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‘La sencillez es una de las claves de la televisión’. Con esta reflexión terminó mi charla con Carlos Franganillo. A la sencillez, añadió humildad y por supuesto rigor. Creo que esas son las tres razones por las que él ha destacado sobre el resto.

Carlos Franganillo es el presentador del Telediario 2 de Radio Televisión Española. En la entrevista nos cuenta cómo es el día a día en la redacción porque, aunque él no sale a escena hasta las 21:00h, suele llegar a Torrespaña a mediodía.

En las primeras horas se va elaborando la escaleta, el guion del informativo, pero a lo largo de la tarde va cambiando. Van llegando noticias de última hora, se va dando forma a las que ya están, se elige cómo se va a explicar cada tema, si va a necesitar un gráfico o realidad aumentada, cuánto tiempo se va a dedicar a cada bloque… Como decimos en la tele: ‘la escaleta está muy viva’. Sobre las 20:30h Carlos baja a maquillaje y a las 21:00h empieza el telediario.

Sin chuleta y a lo loco ¿y si el cue falla?

No sé si os habéis fijado, pero Carlos nunca lleva papeles en la mano. La chuleta es lo único que te puede salvar si el cue falla. ¿Y qué es el cue? sin duda un gran aliado. En la escaleta están todas las entradillas escritas. Ese texto se carga en un ordenador y se proyecta en la parte frontal de la cámara para que podamos leerlo mientras miramos al objetivo.

Si estás sentado y el cue falla, tienes cerca el ordenador con la escaleta abierta. Pero si estás de pie y no tienes una chuleta, hay que tirar de memoria. ‘Llevas horas trabajando la información, no te lo sabes todo porque es mucho tiempo y son muchos datos, pero al menos yo tengo buena memoria y tienes la capacidad de improvisar y salir de un entuerto. De momento no me he visto en esa situación, salvo en algún momento puntual, no en el estudio nuevo pero en el anterior sí… Pero ahora me fio demasiado del cue y de mi memoria y algún día me llevaré un susto’. Cuenta Franganillo en el capítulo del podcast.

Desde un hospital, un colegio o la Gran Vía de Madrid

Antes de ponerse al frente del informativo, Carlos fue corresponsal en Moscú de 2010 a 2014 y más tarde en Washington de 2014 a 2018, épocas que recuerda con mucho cariño por todo lo que aprendió profesional y personalmente. Ahora como presentador, también ha salido a la calle a dar las noticias. La primera vez fue con las inundaciones de Orihuela (Alicante), pero después le hemos visto dando las noticias en un hospital de Barcelona, un colegio de Toledo o en la Gran Vía de Madrid.

Por el trabajo de todos estos años, Carlos fue galardonado en 2019 con el Ondas a Mejor Presentador. ‘Me siento orgullosísimo de ser la cara de un producto tan complejo como el Telediario y agradezco enormemente la confianza», sobre su futuro, añade: «Yo disfruto mucho haciendo reportajes, es verdad que ahora este modelo de telediario que hacemos, me ha permitido volver un poco a esa faceta y eso lo he agradecido mucho. Pero en el futuro me gustaría volver al reportaje, al documental, son los temas que más me gustan y donde más disfruto’.

Carlos Franganillo presentando el telediario desde la Gran Vía de Madrid

Sencillez, humildad y rigor

Como decía al principio, la entrevista terminó con una reflexión sobre la esencia del periodismo. Muchas veces pido consejo a los invitados del podcast y el de Carlos me gustó especialmente. Esto fue lo que me dijo: ‘La función del periodista es muy importante dentro de la sociedad, no necesita que la adornemos, soy poco amigo de la imagen romántica del periodista, es un trabajo que hay que hacer bien, de manera muy técnica y limpia. El periodista al final es un transmisor que tiene que ir acumulando conocimiento pero que tiene que ser suficientemente humilde para buscar respuestas, entenderlas, asimilarlas y transmitirlas con un lenguaje claro, sencillo y eficiente’. Creo que no hay más que añadir, ¿verdad? ‘Sencillez, humildad y rigor’.

¿QUIERES ESCUCHAR EL RESTO DE LOS EPISODIOS DE LA TELE POR DENTRO?

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